Mastopexia

Los pechos caídos se operan alrededor  de la areola, justo allí donde cambia de color y textura la superficie de la mama, aprovechando esas circunstancias intrínsecas para que la cicatriz sea apenas perceptible. En la intervención se elimina el exceso cutáneo, y sólo en los casos en que los pechos están muy caídos, puede ser necesario añadir más cicatrices (vertical, en ancla o en forma de T), que apenas se notarán más adelante. Se está cambiando la forma del pecho y el tributo a pagar son estas cicatrices que, con cuidados sencillos, mejoran mucho con el paso del tiempo.

Cabe reseñar que en algunos casos se puede asociar a la mastopexia la implantación de unas prótesis de mama para rellenar el pecho tras una lactancia prolongada o una pérdida masiva de peso, si ha quedado “vacío” en exceso. En ese caso, se realizan menos incisiones y las cicatrices, por tanto, son menos.  En la propia consulta de la doctora, te probarás diferentes volúmenes de prótesis, sentirás su peso y la forma que darán a tus pechos, y comenzarás a recuperar ya

Hay que tener en cuenta que no hay tratamientos alternativos a la mastopexia, ya que, por la especial composición de las glándulas mamarias y la ausencia de músculo, no hay ningún ejercicio ni tratamiento serio capaz de elevar de nuevo unos pechos caídos.

Saldrás de quirófano con un vendaje de esparadrapo elástico para proteger los senos.  La recuperación no implica mayores problemas siguiendo las recomendaciones médicas que, básicamente, consisten en llevar un sujetador de tipo deportivo, sin aros, durante un mes, día y noche. Los puntos se retiran a las tres semanas sin mayor problema.

“El problema que detecto en muchas mujeres no es tanto verse con una figura que ya no responde a los cánones de belleza, sino con una autoestima mermada. Los pechos caídos son un problema que para muchas mujeres se traduce en inseguridad, justo cuando empiezan a sentirse más empoderadas en otros ámbitos de su vida, como el trabajo, la pareja, la familia… Es normal querer sentirse bien con una misma, bella y deseada, y eso es lo que les trasladamos. El contacto antes y después de la operación es personal y continuo, pero cuando pasan unos meses de seguimiento, estas mujeres se muestran enormemente satisfechas de la decisión que han tomado y mucho más seguras de sí mismas. Es un placer contribuir a reconstruir un cuerpo y con él, la autoestima de la persona.”